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La calzada que vio correr a dos gigantes

Finn McCool, mandando "recuerdos"
Finn McCool, mandando "recuerdos"
¿Usted se imagina un gigante de Irlanda del Norte liándose a pedradas con un gigante de Escocia (ver Escocia o el porqué un cardo borriquero se convirtió en su símbolo nacional)? La lucha promete ser, como mínimo, titánica, y efectivamente así fue, hasta el punto que de tanto tirarse "piedros" desde 40 kms de distancia se formó un paso que comunicaba ambas orillas, los restos del cual aún se pueden ver en la actualidad. ¿No se lo cree? Pues sepa que en 1986 se declaró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estamos hablando de la Calzada de los Gigantes.

Bushmills
A casi 5 kms del pueblo de Bushmills, en plena costa norte de la Isla de Irlanda, existe una zona que llama la atención por la forma de su costa. En ella, las rocas que llegan hasta el mar no son rocas normales y corrientes, sino que se trata de una serie de columnas hexagonales, las cuales en algunas zonas recrean lo que pudiera parecer una auténtica zona pavimentada. Este "pavimento" se introduce hacia el mar, donde acaba por hundirse y desaparecer bajo su superficie, pero... ¿cual es el origen de esta formación? Los lugareños tienen su peculiar forma de explicarla.

"Baldosas" hexagonales
Tal como explicábamos antes, un gigante irlandés (ver El gaélico irlandés o cuando ser Idioma de Estado no evita el declive)  llamado Finn Mac Cumhaill (conocido también como McCool en la versión inglesa) se llevaba muy mal con otro gigante, pero éste de la orilla escocesa, llamado Benandonner. Tan "bien" se llevaban que se pasaban el día tirándose piedras el uno al otro, salvando los 40 kms de separación que hay entre ambas costas en este punto del mapa. Tantas llegaron a tirar que se formó una auténtica calzada que fue aprovechada por Finn para cruzar el brazo de mar en busca de brega con el gigante escocés.

La bota del gigante
Cuando Finn llegó a la costa escocesa, vio que el gigante Benandonner era grandísimo y se "acongojó", por lo que salió corriendo hacia Irlanda al ver que el escocés salió detrás de él. Cuando Finn llegó a su casa, su mujer, Úna, tuvo la idea de vestirlo como si fuera un bebé. La leyenda no explica la guisa que debería tener Finn Mac Cumhaill, pero cuando Benandonner vio a Úna con un bebé tan grande entre sus brazos se "acongojó" más aún de lo que lo estaba Finn, ya que si el hijo era así de grande... ¡cómo debía ser el padre! El gigante escocés puso los pies en polvorosa hacia su casa y rompió la calzada a su paso para que el irlandés no pudiera darle alcance, haciéndola desaparecer en medio del mar y quedando tan solo los restos de Bushmills y, en el lado escocés, los de la Isla de Staffa, creando el mito de la Calzada de los Gigantes. No obstante, los científicos tienen otra teoría un poco menos romántica.

Patrimonio de la Humanidad
Según los geólogos, la Calzada de los Gigantes está formada por una serie de columnas basálticas con hábito prismático (hexagonal) procedente de una colada volcánica que tuvo lugar a principios de la era Terciaria, hace entre 50 y 60 millones de años. La lava en circulación por la superficie de la tierra -posteriormente inundada por el mar-, al enfriarse rápidamente y con poca presión, produciría la cristalización del material de las capas más profundas del río de lava, tomando la forma de columnas de negro basalto hexagonal, que se separan levemente entre ellas debido a la compactación del material volcánico al enfriarse. Un ejemplo de estas formaciones volcánicas las podemos ver también en Catalunya en el acantilado que sostiene el pueblo gerundense de Castellfollit de la Roca (ver Las radiactivas fresqueras de Olot).

Grabado francés de 1768
La erosión de la dura roca basáltica durante los millones de años posteriores, habrían enrasado la superficie de la estructura columnar, dando el paisaje tan peculiar que le ha dado renombre y que llevó a la UNESCO a reconocer la Calzada de los Gigantes como un espectáculo natural digno de admirar y de ser conservado para las generaciones futuras.


Más de 40.000 columnas forman la Calzada de los Gigantes

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